Si eres propietario o propietaria de una vivienda y estás pensando en ponerla a la venta, es probable que te preguntes qué es mejor: contratar los servicios de una agencia inmobiliaria o vender de particular a particular.
La primera opción, vender a través de una inmobiliaria, es más cómoda, pero vas a tener que pagar honorarios.
Más cómoda porque cuando contratas una agencia, esta se encarga de la documentación, de tratar con tus clientes y saben muy bien cómo anunciar una casa para conseguir visitas.
Vender con una inmobiliaria profesional, respecto a vender como particular, también te aporta un extra de seguridad, tanto en cuestiones legales como en la capacidad de anticiparse a posibles problemas que puedan surgir durante el proceso.
Además, en la mayoría de los casos, obtienes un mejor precio y tardas menos tiempo en encontrar comprador.
En cambio, con la segunda opción (vender entre particulares) te ahorras la comisión de la agencia, pero tienes que encargarte de todo, sin ayuda.
Si te decides por esta última, este artículo te puede resultar muy útil.
Hemos recopilado los errores más graves que la mayoría de propietarios cometen al poner un piso a la venta por primera vez y que podrían hacerte perder dinero.
Antes de empezar a hablar de errores, nos parece interesante que conozcas el proceso de venta de una vivienda o, como mínimo, los pasos y trámites más importantes.
Si ya te lo sabes, puedes saltar este punto y pasar al siguiente. Si no, dedicar unos segundos a este listado te ahorrará mucho tiempo.
En nuestra opinión, la valoración es el primer paso antes de empezar con la venta. No importa si vendes para comprar otra casa, si tu situación laboral ha cambiado y necesitas mudarte, o si ha llegado la hora de jubilarse y sueñas con trasladarte a tu residencia de las afueras.
Seguro que tienes tus números hechos y, si no calculas bien el precio real al que puedes vender tu propiedad, esos números se pueden volver en tu contra.
Recopilar toda la documentación relativa a la venta de tu casa, es uno de los trámites más importantes y uno de los más olvidados.
Como mínimo, ten a mano la escritura de compraventa, el último recibo del IBI, el DNI de todos los titulares, y comprueba si la cédula de habitabilidad y el certificado de eficiencia energético están o no caducados.
Una vez hayas comprobado que dispones de toda la documentación y tengas claro el precio al que vas a publicitar tu casa, es hora de ponerse manos a la obra con la promoción.
Sin una buena promoción, las visitas puede que no lleguen. Y sin visitas, no hay venta.
Consigue unas buenas fotografías de tu vivienda, haz una lista de los portales inmobiliarios que permiten publicar a particulares, cuelga un cartel en el balcón, anuncia tu casa en Facebook para que se enteren tus conocidos,…
La lista de cosas que puedes hacer para promocionar tu vivienda es interminable. Prueba las que más te gusten y analiza los resultados. Descarta las que no funcionen y busca métodos nuevos de llegar a posibles clientes.
Cuando empieces a promocionar tu vivienda, si has hecho un buen trabajo, llegarán las primeras llamadas, algunas de las cuales se convertirán en visitas.
Si vendes como particular vas a necesitar mayor volumen de visitas que si trabajas con una inmobiliaria.
El motivo es muy sencillo: Cuando vendes como particular, cuesta distinguir a los compradores que realmente tienen potencial.
Recibirás visitas de curiosos, de personas que buscan para otras personas y de compradores que aún no tienen hipoteca que, aunque se enamoren de tu casa, es posible que no puedan comprarla.
Ten paciencia. Seguro que entre todas esas visitas está el futuro comprador de tu vivienda.
Una vez encuentres comprador para tu vivienda, y tras redactar y formalizar el contrato de compraventa o contrato de arras, toca visitar al Notario y hacer oficial la venta.
Será el momento de la entrega de llaves.
Es muy importante que te informes (antes de empezar con la venta) de los impuestos que tendrás que afrontar al final. Los más importantes son la Plusvalía y el IRPF.
Ahora sí, veamos cuales son los errores que debes evitar al vender tu casa como particular.
El certificado de eficiencia energética es obligatorio. De hecho, no deberías publicitar tu vivienda antes de tenerlo.
Sin la nota simple, por ejemplo, no es recomendable poner un piso a la venta: genera confianza al comprador y facilita los trámites.
El problema con estos documentos es que lleva tiempo conseguirlos. Por eso es tan importante que seas previsor y empieces a gestionarlos cuanto antes.
Otros documentos como la Escritura de Compraventa, el DNI de los titulares o los últimos recibos de IBI, aunque no son tan urgentes, también te van a hacer falta.
La venta de una propiedad es algo importante. Tener a punto la documentación te evitará problemas en un futuro y lo hará todo mucho más fácil.
Tendemos a ser poco objetivos cuando se trata de valorar nuestros propios bienes.
En Grupo Rubisan, hace poco, vendimos uno de nuestros vehículos de empresa. El pobre ya tenía 10 años. No te puedes imaginar lo que nos costó llegar a un acuerdo con el concesionario.
Lo que nos ofrecieron nos parecía demasiado poco. Ese coche nos había dado tantas alegrías…
La realidad es que los bienes, ya sean coches o viviendas, tienen un valor objetivo, y este suele variar en función de la oferta y la demanda.
Por eso es tan importante que dejes a un lado las emociones y que intentes ser lo más realista posible a la hora de fijar un precio de venta.
Un consejo: la mayoría de inmobiliarias ofrecen valoraciones gratuitas. Aprovéchalo y pide al menos un par de opiniones expertas.
Sabemos que los móviles de hoy en día tienen cámaras espectaculares. En nuestra opinión, estas cámaras son perfectas, por ejemplo, para vender un sillón o una tele en Wallapop. Pero no para vender una propiedad por la que vas a pedir miles de euros.
Una inmobiliaria, si es realmente profesional, dispondrá de medios para conseguir fotografías atractivas que destaquen lo mejor de tu casa. Ya sabes, fotografías de esas que te dejan con la boca abierta cuando las ves en internet.
En cambio, si vendes como particular y la fotografía no es lo tuyo, nuestra recomendación es que acudas a algún fotógrafo de la zona. Seguro que encuentras a alguien que pueda ayudarte.
Si no cuentas con unas fotografías potentes de verdad, te va a resultar muy complicado atraer las miradas de potenciales compradores.
Cada día se suben decenas de viviendas a los portales inmobiliarios y unas buenas fotografías harán que la tuya destaque más que las demás.
Los portales inmobiliarios más importantes y con posibilidad de publicar tu piso como particular, son Fotocasa, Habitaclia, Idealista, pisos.com y Yaencontre.
En la mayoría de ellos puedes anunciar tu casa de forma gratuita. No obstante, también tienes la posibilidad de pagar por mejorar el posicionamiento de tu anuncio, algo muy recomendable teniendo en cuenta el número de anuncios nuevos que se publican cada día.
Una de las claves para encontrar antes al comprador ideal para tu casa, es ser ágil respondiendo a las solicitudes que vas a recibir desde cada uno de estos portales.
Si tú no respondes, seguro que otro lo hace. Y no deberías dejar pasar ninguna oportunidad.
Recuerda: hay más pisos en venta que compradores.
Algunos posibles compradores verán tu anuncio y llamarán por teléfono. Otros simplemente enviarán una solicitud de más información.
Si tienes tu piso anunciado en decenas de portales, es probable que no puedas estarlos revisando cada día y contestar siempre de forma eficiente.
Así piensan la mayoría de propietarios que deciden vender su casa como particular.
“Si pongo mi piso al precio que quiero, me van a querer rebajar y conseguiré menos dinero. Mejor lo pongo 15.000 euros más caro. Ya habrá tiempo para rebajar.”
Parece lógico ¿o no?
Aunque esta estrategia puede funcionar en algunas situaciones concretas, como por ejemplo cuando en una zona hay mucha demanda (muchos compradores) y poca oferta (`pocos pisos en venta), lo cierto es que los compradores no buscan piso de esa forma.
Un comprador, por norma general, realiza su búsqueda en los portales inmobiliarios. Tiene una ligera idea del precio de mercado (ha visitado ya muchos pisos) y sabe cuánto puede pagar.
Así que entra en un portal inmobiliario y hace una búsqueda: “pisos de 2 habitaciones a un precio máximo de 100.000 euros”.
Limitando el precio también limita las opciones. Pero te aseguro que la mayoría de compradores prefieren no perder el tiempo visitando casas que no están a precio de mercado.
Además, para muchas personas no es fácil negociar. A algunas les da vergüenza, otras tienen miedo a la reacción del propietario. Sea cual sea el motivo, prefieren visitar pisos que ya estén al precio que pueden pagar.
Teniendo esto en cuenta, si optas por subir el precio, esos posibles compradores no van a ver tu piso y, de haberlo visto, quizá lo hubieran comprado.
Estarás regalando clientes a otros propietario con pisos como el tuyo.
Se calcula que (de media), tardamos 30 segundos en saber si la vivienda que estamos visitando nos gusta o no.
Los detalles marcan la diferencia.
Por ejemplo, recuerda abrir las ventanas y ventilar la casa un poco antes de las visitas. De esa forma mejorarás la calidad del aire y eliminarás olores típicos de una vivienda cerrada. Incluso en invierno.
Mantén una temperatura agradable en todo momento. Si tus visitas pasan frío o demasiado calor, se llevarán un mal recuerdo.
No hace falta que te diga lo importante que es mantener los espacios despejados, limpios y ordenados.
Un truco: la memoria olfativa es tremendamente poderosa. Si dispones de un molinillo de café en casa, ponlo en marcha sin la tapa unos minutos antes de la visita. El olor a café se relaciona con el hogar, el confort y la calidez.
La seguridad es más importante de lo que crees. Por esa razón, cuando vendes tu piso a través de una inmobiliaria, esta suele pedir a sus clientes compradores su DNI, nombre y apellidos.
Recuerda que vas a abrir las puertas de tu casa a desconocidos. Es importante que dispongas de un registro de todas las personas que han visitado tu propiedad.
Estamos seguros de que la mayoría de personas que van a visitar tu casa, lo harán con buenas intenciones. No obstante, a veces más vale prevenir que curar.
Ahora sabes que vender un piso como particular, conlleva algunos pasos y trámites que no deberías saltarte.
Lo puedes conseguir, pero necesitarás tiempo, paciencia y te ayudará tener algunas habilidades sociales: vas a tratar con personas que, como tú, se enfrentan a una de las decisiones más importantes de su vida. No será fácil.
Si has llegado hasta aquí, tienes una propiedad en Elda o Petrer, y todo lo que te hemos contado te parece demasiado, en Grupo Rubisán nos gustaría ofrecerte una alternativa: Vender tu casa de forma segura, cómoda y al mejor precio de mercado.
¿Empezamos?